Reformas en riesgo ante caída del crecimiento en enero-marzo
Una demanda industrial floja y exportaciones tambaleantes podrían haber enfriado el crecimiento del primer trimestre.
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El primer ministro chino Li Keqiang está enfrentando la prueba sin precedentes de mantener la salud de una economía que probablemente creció a su ritmo más bajo en cinco años el primer trimestre, al mismo tiempo que profundiza reformas financieras y fiscales que podrían generar mayor daño al crecimiento a corto plazo.
Una desaceleración podría retrasar reformas cruciales en el centro del plan de Beijing para impulsar la productividad y transformar el modelo de crecimiento impulsado por las exportaciones y la inversión, por los temores de que dañe aún más a la economía, advierten analistas.
Una demanda industrial floja y exportaciones tambaleantes podrían haber enfriado el crecimiento del primer trimestre a 7,3% frente al mismo período del año anterior, según una estimación promedio de economistas. La cifra oficial se conocerá mañana. Ese sería el ritmo de expansión más débil desde la crisis financiera global y por debajo de la meta oficial de 7,5% para este año. En el cuarto trimestre del año pasado, el Producto Interno Bruto subió 7,7%.
Li descartó la semana pasada un estímulo “fuerte” para impulsar el crecimiento. El premier reiteró que la meta oficial sería flexible y enfatizó la promoción de un desarrollo saludable a través de reformas estructurales.
Sin embargo, algunos observadores sienten que la actitud de Li es ambigua, ya que prometió asimismo políticas contingentes para estimular la expansión si es necesario. En las últimas semanas Li ha destacado repetidamente los riesgos de desaceleración de la economía, estimulando las especulaciones sobre la implementación de más políticas pro-crecimiento.
“Los inversionistas están crecientemente preocupados de que China esté volviendo a sus viejas prácticas, y por lo tanto descarrilando su ambicioso plan de reformas”, dijo el economista de UBS Securities, Wang Tao.
“Las reformas más dolorosas o que sean negativas para el crecimiento, como el endurecimiento de las restricciones de presupuesto de los gobiernos, la reestructuración de las empresas estatales, el lanzamiento de reformas nacionales a la tierra y los impuestos a la propiedad, progresarán de forma más lenta”, agregó.
La economía ha continuado perdiendo impulso, lo que se refleja en débiles datos de actividad, desde el crecimiento de las inversiones en activos fijos hasta la producción industrial en los primeros dos meses del año. Las ventas minoristas también mostraron pocas señales de un repunte rápido, golpeadas por las campañas de austeridad lanzadas por el presidente Xi Jinping para combatir la corrupción.
A eso se suma una inesperada caída interanual en las importaciones y exportaciones el mes pasado, luego de que las autoridades aumentaran la fiscalización de los flujos de ingreso de dinero especulativo a través de facturas comerciales infladas, en medio de expectativas de una apreciación del yuan.
Los economistas están divididos sobre las perspectivas. También se mantiene incierto hasta qué punto resistirá el gobierno una política de estímulo en medio de la desaceleración. Impulsar el crecimiento con un estímulo enorme podría exacerbar los riesgos de la banca en las sombras y golpear la reforma estructural diseñada para aumentar la eficiencia de las empresas.
“Persisten grandes incertidumbres sobre el panorama económico, lo que hace difícil predecir las tendencias”, afirmó Zhu Baoliang, economista del Centro de Información Estatal.